Sierra de la Estrella (P)
Rutas y sitios de Interés
Sierra de la Estrella (Portugal)
Portugal siempre ha sido uno de mis destinos preferidos cuando se trata de conducir un buen Porsche.
Carreteras increíbles sin tráfico, y sobre todo un ambiente de pasión por el automovilismo digno de todo elogio. Si en España cuando vamos en grupo o realizamos alguna prueba deportiva nos tiran piedras al cruzar los pueblos, en el país vecino nos aplauden y jalean en cada rincón donde aparecemos.
En esta ocasión nos desplazamos hasta la Sierra de la Estrella para disfrutar de unos días de ocio, gastronomía y conducción a tope.
Nos hospedamos en la Pousada Convento do Desagravo en la Población de Vila Pouca da Beira, un lugar de culto reconvertido altamente recomendable.
Como alternativa en la zona está la Pousada de Belmonte con unas vistas preciosas al valle y un buffet de cinco clases de bacalao de ese que sólo los portugueses saben cocinar, o la Pousada de San Lourenço con otro restaurante digno de mención.
En la zona se encuentra uno de los múltiples kartódromos dispersos por la geografía lusa, donde poder pasar unos buenos momentos de competitividad con los amigos, incluso donde meter el coche para realizar pruebas de habilidad o simplemente disfrutar y dar espectáculo.
Los clásicos como casi siempre en plena forma demuestran en cada ocasión su juventud, con una personalidad única, y si algo vuelve a sorprender es la disposición femenina a participar en las pruebas a pesar del frío y los condicionantes propios de la incomodidad de los karts.
De turismo por la región, no podemos dejar de visitar la aldea típica de Piodao, un pueblecito de casas de piedra en el que parece que no pasó el tiempo y donde sus gentes mantienen las costumbres de hace cincuenta años.
No dejar de probar su exquisito queso de cabra, su dulce de calabaza con requesón y los chupitos de licores varios.
Y de allí una subida a lo más alto del Parque Natural de la Sierra de la Estrella,
duramente castigada por los incendios de los últimos años, hasta otro pueblo típico, Sortelha.
Y de regreso el mejor regalo que me podían hacer. 55 km de buen asfalto en uno de los tramos más espectaculares que he hecho nunca, de Tortossendo a Vila Poca da Beira. A penas nos cruzamos con tres coches y el placer de conducción llegó al límite.
Durante la jornada anterior habíamos hecho en la zona de Manteigas y Sabugueiro bonitos tramos del antiguo rallye de Portugal por carreteras de no muy buen firme pero con mucho encanto dada la dificultad del pavimento, la gravilla suelta y las hojas de los pinos caídas que daban alguna sorpresa en las curvas.
En definitiva y una vez más, como Portugal pocos sitios para disfrutar del Porsche y de los amigos.
Fran Staedtler